Todos hemos visto o, al menos, conocemos el clásico del terror A Nightmare on Elm Street, titulada Pesadilla en Elm Street en nuestro país. Aquella cinta de Wes Craven que, contra todo pronóstico (incluso la productora, una por aquel entonces decadente New Line, desconfiaba del proyecto), se convirtió en una película de culto dentro del género del terror. Aquel film en el que un primerizo Johnny Depp moría en una cama que "disparaba" sangre. Aquella cinta en la que un ser desfigurado con garras en sus manos aterrorizaba a jovenes en sus sueños, y que hizo a muchos temer el simple hecho de dormir. Pesadilla en Elm Street era una cinta que atrajo a miles de espectadores, y de la que, posteriormente, se realizaron varias secuelas, de discutible calidad.
Es por ello que Hollywood no iba a pensárselo dos veces. La falta de originalidad en la Industria del cine, mezclada con las ansias de los estudios por crear películas que consigan el susto fácil del espectador, engendraron un remake que surgió en el año 2010 bajo el título original de A Nightmare on Elm Street, a lo que aquí titularon Pesadilla en Elm Street: El origen.
Creed que no sois los únicos que os habéis preguntado de qué nos cuenta el origen esta nueva versión de Pesadilla en Elm Street. El supuesto "origen" no es más que un remake de uno de los grandes clásicos del terror.
La matanza de Texas, Viernes 13... muchos de los grandes clásicos del cine de Serie B han obtenido sus correspondientes "revisiones modernas" en los últimos años. Todas ellas, presentándose lamentables ante sus originales. Pesadilla en Elm Street: El origen no iba a ser la excepción. Y es que el intento de volver a sorprender al público con una trama reciclada y desgastada termina por ser un cansado tormento de película.
Freddy Krueger no es aquí quien era en la clásica Pesadilla en Elm Street. La personalidad del personaje es radicalmente cambiada, y ya no tenemos al Freddy de los "chistes" que tanto nos gustó en una de las secuelas (una de las pocas aprovechables) de la original.
La trama de Pesadilla en Elm Street: El origen repite la experiencia de un grupo de jovenes que comienzan a soñar con un asesino desfigurado al que se le llama Freddy Krueger. Lamentablemente, de Freddy tan solo tiene el nombre, porque, como he mencionado antes, el personaje pierde la esencia que le hizo aterrador en el clásico de Craven.
La banda sonora poco memorable acompaña a una película del mismo nivel. Los temas que se han compuesto para esta nueva Pesadilla no transmiten la atmósfera que deberían, dejando aun más corta a una película que, ya de por sí, no era demasiado sobrada.
Los efectos especiales consiguen elevar un poco el "espectáculo -si es que puede llamársele así- de una película que decae constantemente, y cuyo ritmo muere, literalmente, en los primeros minutos de metraje. Pesadilla en Elm Street: El origen es un fallido intento de traer a Freddy de vuelta a la vida del cine, aunque termina siendo un mero remake fallido.
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