sábado, 10 de enero de 2015

'Líbranos del Mal'. El terror de una forma diferente.

Si bien ayer noche hablábamos de la ferviente moda de los remakes en Hollywood, comentando la revisión moderna de Pesadilla en Elm Street, los productores también saben otro de los puntos "débiles" del público: el cine de posesiones.

Desde que en 1973 se estrenase El exorcista, reventase las taquillas de todo el mundo, e impactase en el público tanto como lo hizo, Hollywood ha aprendido una nueva forma de amasar dinero en grandes cantidades y, también, dejar al público contento.


Expediente Warren: The conjuring, las secuelas de El exorcista (Exorcista II: El herejeExorcista III: Legion y la precuela Exorcista: El comienzo), e infinidad de films más trataron temas de posesiones demoníacas. Al público parecía no cansarle recibir tantos films de la misma calaña, por lo que, a día de hoy, los estudios siguen apostando por productos de este tipo.


Uno de los más recientes en llegar a nuestras pantallas ha sido Líbranos del Mal (titulada originalmente Deliver us from Evil). En ella, un agente de policía estadounidense se veía envuelto en un juego de posesiones demoníacas y asesinatos extraños.

Pese a que la trama de Líbranos del Mal puede sonar repetitiva, el film contiene su mayor acierto en tratar estos temas desde un punto de vista más policíaco, alejándose un poco del terror clásico de posesiones y entidades, que hemos visto en sagas como Paranormal Activity, entre otras.


Eric Bana desarma el casi perfecto puzzle que Líbranos del Mal va construyendo poco a poco. El actor de Hulk no consigue dar la talla como protagonista del largometraje, algo que sí hace Edgar Ramírez en su papel de "compañero de aventuras" del personaje de Bana. Ramírez consigue plasmar a un personaje con una personalidad bastante notoria, y que consigue ser uno de los puntos fuertes del film. Sin embargo, Bana se queda corto como la principal cara de Líbranos del Mal.


Otro de los aspectos más interesantes de la cinta es la forma de "manifiesto" de los poseídos. Mientras que en, por ejemplo, digo otra vez, El exorcista, Regan Macneil (la chica poseída) manifestaba los hechos mediante vómito verde, un exagerado giro de cabeza, o la famosa escena de la escalera, en Líbranos del Mal tenemos poco de esto. Pese a mostrarnos a unos poseídos ensangrentados, y bastante típicos, uno de los puntos fuertes es que utilizan canciones del grupo The Doors para manifestar su mensaje. People are strange acompaña a una de las escenas más tensas de la película, mientras que el momento más glorioso llega junto a la enérgica Break On Through (To the other side), que acompaña al líder de los poseídos levantándose de la silla y rompiendo los ventanales que hay tras él. Break On Through logra aportar una enorme energía a la escena, convirtiéndola en la secuencia más grandiosa de Líbranos del Mal.


El apartado visual de la película está bastante conseguido, cosa que no es de extrañar, puesto que es común en este tipo de producciones. Líbranos del Mal no es una serie B, y lo demuestra notoriamente en su apartado visual.


La eléctrica banda sonora formada por, como ya hemos dicho, canciones del grupo de rock conocido mundialmente, consigue aportar a las secuencias de Líbranos del Mal una intensidad que, sin ellas, probablemente no habrían sido de tal emoción.

Líbranos del Mal es un entretenido film de terror, mezclado con algo de "thriller" policíaco, que le aleja bastante de algunas producciones de posesiones más recientes. Junto a un excelente Ramírez, y una banda sonora eléctrica, la película se convierte en una pieza digna de ver, pese a que no pasará a la historia como una obra maestra.

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