He de decir que, cuando vi anunciada, allá por el verano del año pasado, una curiosa película titulada 'The Purge: La noche de las bestias', picó mucho mi curiosidad. El nombre de Ethan Hawke y Lena Headey al frente de una producción de bajo coste, con pintas de sangrienta y del típico terror veraniego que tanto dinero amasa en sus estrenos, eran cosas que me incitaban a verla (no me malinterpretéis, todos necesitamos un poco de cine de terror malo de vez en cuando).
Grata sorpresa me llevé al ver que 'The Purge' era un producto muy entretenido, con sus dósis de acción, y un villano que, aunque costaba difícil tomárselo en serio, se metía mucho en su papel. La película fue una de las sorpresas del año para mí. Y, cómo no, los productores debían realizar una secuela.
'Anarchy' llegó este verano a los cines. Como un gran fan de la primera entrega, acudí al cine a visionarla. Pero el chasco que me llevé no pudo ser más inmenso. 'Anarchy' ha resultado ser una extensión completamente innecesaria de un producto que bien habría quedado con una sola entrega.
Pero no solo eso, sino que el cliffhanger colocado con calzador al final de 'Anarchy' hace preveer que hay deseos de convertir 'The Purge' en una trilogía.
Mientras que la primera entrega nos presentaba a una familia adinerada, que se escondía de la purga en su mansión blindada, 'Anarchy' nos presenta el lado opuesto de la sociedad en la que se sitúa el film. Los protagonistas son, ahora, un hombre con sed de venganza por asuntos familiares, una pareja de jovenes y una familia que vive en las ruinas de la ciudad. Así, de un lado a otro de la ciudad, 'Anarchy' es una sesión completa de disparos, algo de sangre (no en exceso, "no queremos espantar a las masas") y diálogos sobre la venganza y sus consecuencias.
La idea del film es bastante buena. El problema que surge en 'Anarchy' es que James DeMonaco, quien se ha encargado de la dirección del film, no ha sabido llevarlas a cabo de una forma correcta. No sé si al público en general le ha pasado, pero a mí, 'Anarchy' me ha dado la sensación de estar a medias.
En todos los aspectos, sentí que la película estaba sin terminar, que le faltaba un algo para que la idea del film tuviese un desarrollo que resultase interesante para el espectador. 'Anarchy' pudo haber sido una gran secuela de la entretenida 'The Purge', pero se quedó en una mera extensión de una naranja cuyo zumo había sido exprimido al completo en la primera entrega.
Frank Grillo encabeza el reparto del film de forma mediocre. El actor de 'Capitán América: El soldado de invierno' se cae con un papel protagonista que, pese a los dotes del actor, se queda corto; probablemente debido al pobre guion de esta.
Siendo honestos, 'Anarchy' es un "pudo haber sido, y no fue". En caso de haber una 'The Purge 3' (que estoy seguro de que la habrá; vuelvo a recordar ese cliffhanger al final de la segunda entrega), espero que consigan llevar a cabo de forma correcta todas las ideas que se pasen por las cabezas de quienes quiera que realicen el film. Aunque, de momento, no cuenten con mi entrada.
sábado, 27 de diciembre de 2014
viernes, 26 de diciembre de 2014
'Stand By Me Doraemon'. Cómo exprimir un producto cuando ya no hay zumo.
Una de las series/animes más influyentes para muchos niños es, sin dudas, 'Doraemon'. La historia de Nobita y el gato cósmico ha crecido a la par que millones de niños por todo el mundo. Y las leyendas urbanas acerca del final (Doraemon fue producto de la imaginación de Nobita; otras dicen que fue un sueño que Nobita vivió mientras estaba en coma) han picado la curiosidad de muchos, tanto niños como adultos.
Y es por eso que, con una historia tan larga, entretenida, y sentimental, los creadores de la serie no iban a quedarse quietos. Y por ello ha llegado a nuestros cines 'Stand By Me Doraemon', una aventura que traslada a los protagonistas de la serie original al "3D", que tan de moda está últimamente. ¿Y, qué se nos ofrece? Un producto pretencioso destinado a atraer a niños al cine, pero que no consigue hacer honor al nombre "Doraemon" ni por un solo segundo.
El 3D es probablemente el "virus" de Hollywood que más rentable les está saliendo a las productoras. Y es que ahora todo lo que nos llega, nos llega en 3D, cosa que, al fin y al cabo, es una excusa para sangrar más al espectador.
'Stand By Me Doraemon' es una película aburrida, como dije antes, pretenciosa, cansina, y con unas dosis extremas de sentimentalismo inyectado para intentar llegar al corazón del público. No sé si lo ha conseguido generalmente, pero, conmigo, no ha funcionado.
No me considero un amante completo de la serie original, pero sí disfruté mucho con sus capítulos en la infancia. No presencié la serie completa, pero sí vi bastantes capítulos, que me hicieron reír y emocionarme en ocasiones. Es por esto que, en cierto modo, siento que Takashi Yamazaki y Ryûichi Yagi (directores del film) han traicionado al espíritu de 'Doraemon', convirtiéndolo en otro producto 3D más en su paso al cine.
El paso a la animación por ordenador ha hecho que los personajes pierdan la esencia japonesa que les caracterizaba. Ahora, Nobita y compañía no son más que personajes comparables a películas como 'Hotel Transylvania' o 'Shrek', entre otros.
'Doraemon' fue una serie que llenó las vidas de muchos niños, pero 'Stand By Me' es la ruina del espíritu de la serie.
Y es por eso que, con una historia tan larga, entretenida, y sentimental, los creadores de la serie no iban a quedarse quietos. Y por ello ha llegado a nuestros cines 'Stand By Me Doraemon', una aventura que traslada a los protagonistas de la serie original al "3D", que tan de moda está últimamente. ¿Y, qué se nos ofrece? Un producto pretencioso destinado a atraer a niños al cine, pero que no consigue hacer honor al nombre "Doraemon" ni por un solo segundo.
El 3D es probablemente el "virus" de Hollywood que más rentable les está saliendo a las productoras. Y es que ahora todo lo que nos llega, nos llega en 3D, cosa que, al fin y al cabo, es una excusa para sangrar más al espectador.
'Stand By Me Doraemon' es una película aburrida, como dije antes, pretenciosa, cansina, y con unas dosis extremas de sentimentalismo inyectado para intentar llegar al corazón del público. No sé si lo ha conseguido generalmente, pero, conmigo, no ha funcionado.
No me considero un amante completo de la serie original, pero sí disfruté mucho con sus capítulos en la infancia. No presencié la serie completa, pero sí vi bastantes capítulos, que me hicieron reír y emocionarme en ocasiones. Es por esto que, en cierto modo, siento que Takashi Yamazaki y Ryûichi Yagi (directores del film) han traicionado al espíritu de 'Doraemon', convirtiéndolo en otro producto 3D más en su paso al cine.
El paso a la animación por ordenador ha hecho que los personajes pierdan la esencia japonesa que les caracterizaba. Ahora, Nobita y compañía no son más que personajes comparables a películas como 'Hotel Transylvania' o 'Shrek', entre otros.
'Doraemon' fue una serie que llenó las vidas de muchos niños, pero 'Stand By Me' es la ruina del espíritu de la serie.
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